
Black Friday: de caos callejero a fenómeno global
Black Friday: historia, origen y qué significa hoy para la moda circular
Black Friday: de caos callejero a fenómeno global
Cada año, cuando noviembre apenas se despereza, las marcas empiezan a calentar motores para el gran ritual comercial del otoño: el Black Friday. Hoy parece tan omnipresente —y tan inevitable— que cuesta imaginar un mundo sin sus descuentos agresivos, sus contadores de “últimas unidades” y ese pequeño vértigo consumista que a todos nos ha tocado alguna vez. Pero, ¿de dónde salió realmente esta tendencia? ¿Quién tuvo la idea de crear un día en el que medio planeta se lanza a comprar como si no hubiera mañana?
Spoiler: ni Amazon, ni los influencers, ni Silicon Valley tuvieron nada que ver.
Un origen mucho menos glamuroso que una campaña digital
Para encontrar el verdadero comienzo del Black Friday hay que viajar a la década de 1950 y cruzar el Atlántico rumbo a Estados Unidos. No a Nueva York ni a Los Ángeles, sino a Filadelfia, donde la tradición se gestó casi por accidente.
El día después de Acción de Gracias, las calles de la ciudad se llenaban de compradores dispuestos a cazar las primeras ofertas prenavideñas. El flujo era tan masivo que la policía empezó a usar un apodo para describir la jornada: “viernes negro”. Y no porque hubiera descuentos escandalosos… sino porque la ciudad se transformaba en un auténtico caos.
Atascos interminables, aceras saturadas, empujones, estrés y colas más largas que la tercera temporada de cualquier reality show. Vamos, un planazo para los agentes de tráfico.
De problema logístico a mina de oro
Como suele pasar, el comercio vio una oportunidad donde otros solo veían un quebradero de cabeza. Si la gente ya estaba fuera gastando, ¿por qué no convertir ese día turbulento en una fiesta del consumo?
Y así, poco a poco, el “negro” dejó de asociarse al desorden urbano para transformarse en algo mucho más simpático para los comerciantes: las cuentas en positivo. En la jerga contable estadounidense, pasar “del rojo al negro” significa dejar atrás las pérdidas y entrar en la zona rentable. Precisamente lo que muchos negocios lograban gracias al aluvión de ventas del día posterior a Acción de Gracias.
Ingenioso, ¿verdad? Rebranding avant la lettre.
El salto global (y el efecto bola de nieve)
Durante décadas, el Black Friday fue un fenómeno típicamente estadounidense, muy doméstico. Pero la globalización, internet y el afán de las marcas por encontrar el gran momento del año para disparar las ventas hicieron el resto. Poco a poco, el concepto cruzó fronteras, idiomas y culturas hasta convertirse en un rito comercial global.
En la actualidad, prácticamente todos los comercios —desde gigantes del e-commerce hasta pequeñas tiendas independientes— participan en el Black Friday. Algunos con entusiasmo, otros con cierto escepticismo, pero casi todos sintiendo la presión de no quedarse fuera de la conversación. La fecha se ha convertido en un punto estratégico del calendario económico y, queramos o no, en un evento social en toda regla.
Outro — Lo que el Black Friday significa (realmente) para la moda circular
Aquí, en CASA BLOOM Barcelona, el Black Friday no nos asusta… pero tampoco nos deslumbra.
Defendemos otra manera de consumir: más reflexiva, más chic, más respetuosa con el planeta. No necesitamos producir más para vender más; preferimos dar una segunda vida a piezas de lujo que ya existen, que ya han sido creadas, y que merecen seguir brillando en nuevos armarios.
Mientras otros corren detrás del “-70 %”, nosotros apostamos por:
- calidad sobre cantidad
- piezas únicas sobre compras impulsivas
- estilo personal sobre tendencias pasajeras
- circularidad sobre producción masiva
Porque la moda más moderna no es la que se compra rápido… sino la que se elige bien.











Comentarios (0)
No hay comentarios todavía. Sé el primero en comentar.